Dicen desde la letra de un tango..que 20 años no es nada, yo comprobé con mis ojos y todos mis sentidos que eso, no es verdad..!
Volví después de 20 años a la casa de Córdoba...me reencontré con olores,sabores, recuerdos, risas, llantos, que afloraron a mi memoria despues de 20 años...
quien dijo que no son nada....son tantas cosas 20 años, pueden abarcar tantas cosas, tantos cambios....
Uds no la conocen,
pero yo les cuento, que esa casa se remonta a casi 60 años atrás,
que fue un sueño hecho realidad de mis tíos Carmen y Domingo, que tan solidariamente compartieron con toda la familia...
para que todos alguna vez pudiéramos veranear...y asi pasaron por allí, todos los hermanos de Carmen con sus hijos, la abuela Carmen, el abuelo Manuel, que se quiso quedar allí para siempre...y lo ultimo que vieron sus ojos fueron las sierras chicas...
El pan y la leche de Doña Quiñones, con un sabor
que nunca jamás comí ni tomé,
Las meriendas al volver del río, tomar la leche con nesquik y comer el
pan con manteca ése resulta un recuerdo
inolvidable....
Las comidas de la abuela en familia,
los juegos de barajas de los "mayores" Brisca,Tute Cabrero,
las copitas de Anís, que iban y venían, los gritos por malas
jugadas,los "coños" "joder" de los abuelos y los tíos, los canticos gallegos, el "fuches tu, fuches tu, del tío Domingo...
el Dodge amarillo con que ibamos a Sta.Rosa a bailar a
la Vaca Echada mientras los Beatles sonaban a full, las guitarreadas nocturnas con los amigos de mis primos Susana, Inés y Jorge...
Son tantos recuerdos que vinieron a mi mente, y ver la casa
ahi, yerga, a pesar del tiempo transcurrido, con los brazos abiertos lista a recibir
a quien la quiera y quiera ir...
Y hoy Susana que tomó la posta, me dio la posibilidad de volver, esta vez
con mi hijo Joaquín y Gustavo....y les pude mostrar por fin la "casa de Córdoba" que tanto escucharon hablar...
y de la mano de Su, mis viejos y yo los llevamos de vuelta a ese pasado entrañable que hace que ese lugar sea para muchos EL LUGAR.
Si la quieren conocer, dense una vuelta por Villa Galicia,
la van a reconocer, la casa tiene dos Gladiolos anaranjados que los reciben florecidos...seguramente son ellos que siguen por ahi,
custodiando y cuidando de todos los visitantes que llegan a las puertas de